Ted Mosby empieza desvelándonos que la madre de sus hijos se encuentra en esa clase universitaria, aunque luego veremos que no está muy claro por un despiste de Ted.
Mientras, Barney, Robin, Lily y Marshall están en el bar hablando de la pareja estrella: Barrobin. Claro que Lily está entusiasmada con la idea de hacer vida con ellos 4 como parejas de novios pero Barney y Robin le quitarán la ilusión rápidamente, pues ellos dicen que no son novios, sólo amigos que se aprecian.
Lily trata de asumir el golpe pero, en cambio, termina llorando en la cama engullendo uno de esos helados de 5 litros que tanto gustan a los americanos.
Los chicos han querido hacerle un regalo a Ted y le hacen entrega del kit de Indiana Jones: un sombrero y un látigo. Super emocionado, se van al callejón a practicar. Después y de regreso a casa, se topan con Barney y Robin liándose en el sofá. El “whoooo!” de Lily es brutal y, una vez repuesta, insistirá en que los chicos hablen de qué es lo que les pasa y si lo suyo es una relación o puro sexo; vamos, que tengan La Charla.
Como ellos se niegan en rotundo, Lily optará por encerrarles en la habitación quitando el pomo de la puerta. Irá recibiendo mensajitos bajo la puerta, a cual más chistoso, pero ella no les abrirá. Eso sí, cada mensajito iba amenizado con un super latigazo de Marshall y un “not good enough!”.
Llega Ted al aula de la Universidad y se presenta como el profesor de arquitectura. Es buenísimo el momento en que se pone a escribir “professor” en la pizarra y al llegar a la F duda de si la palabra tiene una o dos “f”. Se gira, jiñado, y descubre que hay una alumna que le está diciendo con la cabeza que no es así; Ted corrige, se gira y la chica le dice que sí con la cabeza.
Sin poderse controlar, Ted suelta barbaridades y gallos mientras intenta establecer el tipo de profesor que será de ahora en adelante: el enrollado o el respetable y serio.
Claro que, con lo que no contaba, es con que se había equivocado de aula. Así que durante 7 minutos ha estado dando clase a los alumnos de economía. Hilarante.
Mientras, en casa, Marshall descubre la manera de acelerar el proceso para La Charla. Coloca un plato de carne y bacon frente a la puerta y las reacciones no se hacen de esperar. Robin está hambrienta y le pide a Barney que simulen haber hablado y declararse como novios para que Lily les abra la puerta.
Lo consiguen, Lily les abre y Barrobin se van juntitos de la mano, orgullosos del engaño. Claro que Lily, que es la más lista de todos, sabe que en verdad han dicho la verdad, aunque se estén autoengañando. Desde luego, pocas relaciones más complicadas que esta he visto yo.
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